
Un modelo que convirtió la dirigencia en una casta servil y el torneo local en una caricatura de competencia.

Un modelo que convirtió la dirigencia en una casta servil y el torneo local en una caricatura de competencia.

Mientras los poderes fácticos buscan mantener la inercia, solo la doctrina, la coherencia histórica y la convicción moral pueden abrir camino para que el peronismo recupere su fuerza transformadora.

Tras la derrota, el peronismo vuelve a mirarse en su espejo más incómodo: el triunfalismo. Entre la soberbia de algunos dirigentes y la advertencia de Rodolfo Walsh, el movimiento enfrenta el desafío de reencontrarse con su pueblo.

Los nuevos piratas no buscan oro, sino la posibilidad de un futuro distinto.

La verdadera política es la política internacional.

Los gobernadores y el mercado no perdonan.

La simplificación es la semilla del fracaso

La derrota expone las tensiones de un gobierno que niega la realidad.

La unidad peronista se impone de cara a octubre.

Atrapados entre el 43 y los 90.

Las fuerzas del cielo en el juego de la casta.

Frente al peligro, todos contra todos.

A donde vamos no necesitamos militares.

Rebeldía y compasión, el legado del Papa Francisco.

La cuestión de las FFAA y FFSS desde una óptica marxista.

Cuando el ego le gana al cálculo.

Exigir sin entender el juego es debilitar la lucha.

La guerra comercial de Trump, el ascenso de China y la caída del orden liberal marcan el fin de la globalización tal como la conocimos. El mundo que imaginó Perón empieza a tomar forma.

Guerra comercial, cambio de orden y una Argentina atascada.

El juego sucio de los perros falderos de la embajada británica.

Cuentas claras para preservar la malvinización.

Malvinas como norte de las futuras generaciones.

El latido más fuerte de la Patria.

El discurso oficialista sigue intentando ser algo que no es.

Tras la derrota, el peronismo vuelve a mirarse en su espejo más incómodo: el triunfalismo. Entre la soberbia de algunos dirigentes y la advertencia de Rodolfo Walsh, el movimiento enfrenta el desafío de reencontrarse con su pueblo.

Mientras los poderes fácticos buscan mantener la inercia, solo la doctrina, la coherencia histórica y la convicción moral pueden abrir camino para que el peronismo recupere su fuerza transformadora.

Un modelo que convirtió la dirigencia en una casta servil y el torneo local en una caricatura de competencia.