
Atrapados entre el 43 y los 90.
La organización y el trabajo meticuloso dieron sus frutos en la jornada electoral de 7 de septiembre. El peronismo, asediado por todos los flancos, logró imponerse ante el eje libertario con una contundente diferencia de 14 puntos, ganando cómodo en seis de las ocho secciones electorales de la provincia de Buenos Aires.
La estrategia de desdoblamiento planteada meses atrás por el gobernador Axel Kicillof, controvertida puertas adentro del peronismo, demostró ser efectiva y precisa, otorgándole al movimiento un triunfo electoral que plasmó en las urnas el humor social que se viene gestando desde la asunción del gobierno libertario al poder. Kicillof, junto con toda la conducción del peronismo en unidad, logran imponerse con fuerza, desarticulando el poder de decisión del gobierno a un mes de las elecciones nacionales de octubre, y explotando al máximo los sucesivos golpes que el gobierno nacional está recibiendo entre internas, escándalos de corrupción y estancamiento económico.
Mientras el oficialismo se divide, el peronismo continúa trabajando para aprovechar al máximo la ventaja que significó esta victoria en la provincia más grande del país. Los resultados no mienten, mientras los La Libertad Avanza vuelve a su núcleo duro, los diversos sectores del peronismo se fortalecen y expanden, al mismo tiempo que el presidente y su círculo se muestran incapaces de construir con los propios en medio del caos que se vive a nivel económico y social.
La carrera para llegar a octubre comenzó accidentada para el gobierno libertario. En el oficialismo suenan las alarmas para que no se desintegren los acuerdos con el PRO y el radicalismo en el interior, mientras al mismo tiempo la oposición tiene viento de cola para cosechar alianzas con los gobernadores y terminar de ordenar a los dirigentes del justicialismo que están por fuera del armado de unidad nacional.
Para la narrativa libertaria, este triunfo era completamente impensado. El peronismo supo dar una respuesta que sacudió el tablero del presidente y sus allegados por completo. Esta derrota ha puesto en evidencia el rechazo que existe hacia el rumbo que el país está tomando en materia económica y social. Ante la negación oficialista aún ante los resultados, la oposición tiene un margen amplio para preparar sus movimientos de cara a octubre.
Atrapados entre el 43 y los 90.
La unidad peronista se impone de cara a octubre.
La derrota expone las tensiones de un gobierno que niega la realidad.