Causa irrenunciable

 Por fortuna, con el tiempo Malvinas se ha vuelto parte inseparable de todos y cada uno de los argentinos, quienes sienten y desean ser partícipes de la única gran causa que nos une a todos como nación frente a la adversidad de un mundo cada día más complejo.

 No fue historia ni tampoco una guerra más, Malvinas es el recuerdo permanente de que siempre se puede más, es el norte inalterable de quienes trabajan por la unión nacional. Los fusiles y cañones pudieron haberse silenciado el 14 de junio de 1982, pero los ardientes corazones patriotas no han parado de latir desde entonces.

 Este no es un simple reclamo más, Malvinas no acepta grises ni puntos medios, el objetivo está fijado, sin recuperación no hay éxito. El amor y la pasión que genera Malvinas traspasa los ámbitos militares, políticos e informativos, y los vemos a diario en el arte, el deporte y en el día a día, no hay persona que no esté vinculada directa o indirectamente con lo que ocurrió hace 43 años, a día de hoy es una parte más de nosotros que nos exige sacrificarnos cueste lo que cueste para que la llama del legítimo reclamo no se apague y perdure en el tiempo.

 El capital humano que la causa nacional ha generado es de valor incalculable, y está en todos y cada uno de los habitantes del territorio nacional la responsabilidad de que este valor siga creciendo. Los que vivieron la guerra aún mantienen recuerdos frescos y convencimiento inalterable de lo legítimo de nuestro reclamo, la siguiente generación combatió la desmalvinización y revivió el debate, el conocimiento y la crítica al respecto, y las últimas generaciones, con cabezas jóvenes a la espera de contenido, aguardan para recibir todo lo que implica Malvinas, para en el futuro ellos tomar la posta y consolidar el camino que nos llevará a la recuperación de la perdida perla austral.

 Malvinas no fue historia ni una guerra más, Malvinas son todos y cada uno de los hijos de una Patria desangrada que exigen revancha y justicia. El tiempo proveerá, y se verán los resultados construidos a partir de esta llama inapagable.

 Desde Pulso AR estamos decididos a contribuir en todo lo que haga falta y esté a nuestro alcance para mantener viva la llama del reclamo por Malvinas. Hoy, a 43 años, y más que nunca: fueron, son y serán Malvinas argentinas.